Sobre el tema de la frecuencia “óptima” de las comidas hay muchos consejos confusos.

Por un lado, existe la opinión de que deben hacerse 5 comidas al día, es decir debes comer cada tres horas, con 3 comidas principales y 2 colaciones. La colación es cualquier alimento que se come entre las comidas principales. Y, por otro lado, el decir de que se deben hacer menos comidas, pero más abundantes.

Los partidarios de hacer 5 comidas al día dicen que comer con este esquema acelera el metabolismo, regula los niveles de azúcar en sangre y aumenta la sensación de saciedad por lo que ayuda a perder peso más rápido. Sin embargo, esto no está confirmado por ningún estudio científico.

Entonces, ¿qué dice la ciencia?

Comer con más frecuencia no aumenta el metabolismo ni la cantidad de calorías que se queman durante el día. Dejar pasar más tiempo entre comidas reduce los niveles promedio de azúcar en sangre.

Con respecto a la saciedad, lo crucial es la sensación que cada uno tiene. No es el número de comidas, sino el tipo de alimentos que se consumen lo que determina por cuánto tiempo estaremos sin hambre después de comer.

Ni 5, ni 3 comidas son estrictamente las pautas a seguir. Lo realmente importante es reconocer las señales y la sensación de hambre física sin confundirse con el hambre emocional.

La nueva idea radical para programar tus comidas será “come cuando tengas hambre y detente al estar satisfecho”. Que la mayor parte de tus alimentos sea por la mañana y menos por la tarde y la noche ya que esto trae beneficios a tu salud.

Debes comer el número de comidas al día que te den la mayor satisfacción y control de tu hambre para sentirte mejor. Si requieres de colaciones elige aquellos alimentos con alto valor nutritivo como las verduras crudas, la fruta fresca, nueces y yogur natural.

Conversa con un profesional de la salud para que te ayude a reconocer tus señales de hambre y saciedad y elabore un plan de alimentación con el número de comidas al día que tu necesitas.