El ayuno intermitente es una dieta que se ha puesto muy de moda en los últimos años. Se promociona como un plan potencial para perder peso, aumentar la longevidad, mejorar la función cerebral y la claridad mental, y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.

Aunque hay diversas maneras de hacer esta dieta, en general se trata de alternar ciclos de ayuno (en los que no se debe comer absolutamente nada, pero se puede beber agua, café, té y otras bebidas sin calorías) con períodos de alimentación. Contrario a lo que se cree, no se debe comer en exceso en los períodos de alimentación. Esto es la clave del ayuno intermitente.

Las diferentes maneras de hacer ayuno intermitente van desde ayunar 24 horas una o dos veces por semana, o llevar un muy bajo consumo de calorías (500 o 600 kcal) dos días de la semana y cinco días sin esta restricción, hasta saltarse comidas en el día de modo que el ayuno se prolongue por varias horas.

La duda es ¿Podría un esquema con hambruna intercalada ser el camino hacia una pérdida de peso sostenible y una buena salud?

Es posible que pueda ser una herramienta efectiva para perder peso a corto plazo. Restringir la ventana de alimentación y ayunar de vez en cuando puede tener algunos beneficios para la salud. Sin embargo, perder peso a largo plazo puede ser más difícil debido a que con el tiempo surgen problemas para permanecer en una rutina dietética tan estricta.

Lo que se debe saber antes de hacerla

Este plan requiere de seguir dos reglas para que pueda ser una forma efectiva de perder grasa y mejorar la salud metabólica: 1. Respetar el ayuno, sólo están permitidas bebidas sin calorías y 2. Apegarse a comida saludable en los momentos de alimentación.

Los efectos de la dieta pueden incluir síntomas como hambre, cambios de temperatura, cansancio, dolor de cabeza, poca energía e irritabilidad. Alternar continuamente entre ayunar y no ayunar también puede provocar problemas gastrointestinales como gases, distensión abdominal y estreñimiento.

Está contraindicada en personas con diabetes tipo 1 y tipo 2 que requieren insulina, personas que sufren de hipoglucemia y embarazadas o en la lactancia. Tampoco es para personas con trastornos alimentarios o con antecedentes de un trastorno alimentario.

Definitivamente no es una dieta para todos.

Si crees que este plan es para ti acércate a un profesional de salud para que te haga una evaluación y si eres candidato diseñe un plan de ayuno intermitente específico para ti, detallando qué alimentos debes comer cuando no ayunas.